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Tarjetas revolving: qué es y cómo funciona

qué es una tarjeta revolving

¿Sabías que existe  tipo de tarjeta de crédito conocida como tarjeta revolving? Además, debes saber que es diferente de las tarjetas tradicionales en varios aspectos. En esta entrada del blog, exploraremos qué es una tarjeta revolving y cómo funciona. Al final, deberías tener toda la información que necesitas para decidir si este tipo de tarjeta sería la mejor para ti.

¿Qué es una tarjeta de crédito revolving?

Una tarjeta de crédito revolving es un tipo de tarjeta de crédito que permite a sus titulares pagar las compras a lo largo del tiempo. Este tipo de tarjeta te permite hacer compras de inmediato, mientras sigues teniendo la opción de pagar la compra mensualmente. Muchas personas encuentran estas tarjetas beneficiosas para aquellos momentos en los que necesitan hacer compras que superan lo que su presupuesto puede soportar.

Cómo funciona una tarjeta revolving

Una tarjeta de crédito revolving funciona de forma diferente a una tarjeta de crédito normal. En una tarjeta de crédito normal, tendrías que pagar todo el saldo cada mes. Sin embargo, con una tarjeta de crédito revolving no es necesario pagar todo el saldo. En cambio, el pago mínimo de cada mes es la misma cantidad, independientemente del saldo total de la tarjeta.

El pago mínimo de una tarjeta revolving suele ser un porcentaje del importe total del saldo. Puede variar de una tarjeta a otra, pero normalmente el pago mínimo oscila entre el dos y el cinco por ciento del saldo total.

Ventajas y desventajas de la tarjeta revolving

Este tipo de tarjetas suelen tener tipos de interés más altos que las tarjetas de crédito normales. Esto se debe a que permiten al cliente acceder a mayores cantidades de crédito durante un periodo de tiempo más largo. Los tipos de interés más altos también se deben en parte a que el cliente no paga todo el saldo, sino sólo el pago mínimo.

Otra característica de las tarjetas de crédito revolvings es que tienen límites de gasto periódicos. Estos límites de gasto los fija la empresa de la tarjeta de crédito, y es responsabilidad del cliente respetar este límite. Si el cliente supera este límite, se le cobrará una comisión por exceso de límite.

Cómo manejar una tarjeta revolving de manera responsable

Una tarjeta de crédito revolving no es para todo el mundo y es importante tener en cuenta los pros y los contras a la hora de decidir si es una buena opción para ti. Aunque puede ser una forma estupenda de financiar grandes compras, es importante recordar que puedes estar pagando más en intereses, ya que no pagarás el saldo total de la tarjeta cada mes. Además, es importante que seas consciente de tus gastos y evites siempre sobrepasar tu límite de gasto.

En general, una tarjeta de crédito revolving puede ser una gran opción para aquellos momentos en los que necesites financiar grandes compras. Sin embargo, como con cualquier decisión financiera, es importante considerar todos los pros y los contras antes de tomar una decisión, y asegurarte de que puedes pagar el saldo cada mes. Si decides obtener una tarjeta de crédito revolving, asegúrate de leer atentamente las condiciones antes de contratarla, para asegurarte de que comprendes todos los detalles y las comisiones asociadas a este tipo de tarjeta.

Alternativas a las tarjetas revolving

Las tarjetas de crédito revolvings se han convertido en una forma popular de gestionar el crédito, especialmente entre los consumidores preocupados por las deudas. Pero puede haber otras formas más eficaces de gestionar el crédito. Por ejemplo, puedes utilizar una cuenta de ahorros para pagar gastos recurrentes. Este método no sólo te ayuda a crear una cuenta de ahorros saludable, sino que también puede ayudarte a evitar los escollos del crédito revolving. Por ejemplo, si utilizas una tarjeta revolving para pagar gastos recurrentes, puedes acabar pagando tipos de interés más altos con el tiempo. Además, el crédito revolving puede ser difícil de gestionar cuando tienes un acceso limitado a tus fondos disponibles. En consecuencia, utilizar una cuenta de ahorro puede ser una forma más eficaz y sostenible de gestionar el crédito.

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